domingo, 20 de abril de 2008

TORIBIO, CREADOR DEL LOGO, MAESTRO Y GUIA

He aquí la prueba fehaciente del cohecho. El hecho o el desecho germinal: la testa nuclear que después de haberse enriquecido con detritus del mejor uranio muestra su evolución al mundo. No es ni el monstruo del lago Ness, ni la famosa Medusa de Perseo. No amigos, el creador de la Bamboieta Nuclear, aunque pertrechado en lúcidas batallas mitológicas, no es mejor que el coche escoba de una peña de ciclistas domingueros, que es lo mejor, por cierto.
Como percibiréis por su carácter, durante un tiempo ha rehusado nuestras continuas proposiciones, pero hoy, en cambio, nos honora con su presencia. Hermano de Stephen Hawking i primo de los Manolos, Toribio Tres, excelente científico azoreño, ha decido responder a nuestras dudas como una loba a sus lobeznos. Así pues, con el mismo franco despropósito que algún jefe de estado gobernó nuestras idas y avenidas, dispuestos a, le preguntamos de lo divino y de lo humano, del porqué de su sabiduría:

1- Maestro Toribio, ¿es verdad que durante un tiempo ha pretendido mantenerse alejado de entrevistas como ésta?

Pues la verdad es queso, y por lo demás, ya sabe a lo que me refiero.

2- Sin duda, maestro, sus palabras son ecuánimes –momentos en que el maestro aprovecha para regocijarse.

Amigo mío, y qué es la ecuanimidad, sino una nimiedad sin par.

3- No podría como periodista responder a sus dudas, maestro, ultrajar el honor de su sabiduría con mi ignorancia no es una norma deontológica. Así pues y excusándome por lo cual, déjeme que le pregunte: ¿Por qué la Bamboieta Nuclear?

Sabía pregunta, si señor. Le diré que en mis inicios de estudiante en Harvard, cuando todos andábamos holgazaneando lo que nos dejaba Einstein, pensé: - qué mejor contribución al mundo del deporte que deportarlo, en el sentido literal de la palabra, para convertirlo en nada, en cadmio, en sueño. Descubrí que todos los seres inhumanos estamos preparados para forzar nuestro umbral de esfuerzo, al menos, un mil por cero, hecho que aproveché ni corto ni perezoso como cualquier hijo de vecino.

4- No sea humilde, Maestro.

No soy humilde sino Búlgaro.

5- No me refería a su origen, maestro.

A qué entonces!

6- De los entonces que conozco tampoco a ninguno. Pero dígame, si me lo permite, ¿por qué Barbate como destino inicial de su proyecto?

Porque uno habla de lo que desconoce.

Y lo dice así, sin más.


Y qué quiere que diga. Tal como está el mundo nada más lejos de la verdad que un pueblo de pescadores que no pesca, que un ciclista sin frenos, que un impostura parcial.

7- Interesante, maestro. Pero, ¿por qué una mano le mueve la cabeza en sus alocuciones?

La mueve tanto o más que el resto de mi cuerpo porqué los maestros como yo carecemos de corazón. En cambio, como usted ya desconoce, poseemos un único tendón extensible y retráctil que ejecuta a la vez todo lo despreciable: las ideas, el orín, las hogazas y el peroné. –Palabro que según el maestro (que también posee ejemplares estudios de gramática parda) tiene su origen en Argentina, lo que le lleva a pensar que, inicialmente, Evita Perón, fue, en los inicios de la lengua, un hueso duro de roer. No como el fémur –prosigue– carente de sensibilidad para la política.

8- Ya por último, como colofón a esta maravillosa entrevista, permítame de nuevo abusar de sus circunstancias y tocarle los huevos.

Lo dirá en braille, ¿verdad?

Sin ningún género de adulación, los tiene de madera.

De roble americano, como las barricas.

9- ¿I por qué?

Por el sillín, por supuesto.




Edgar Horta.